Argentina

Argentina, un álbum en Flickr.

Aquí os dejo algunas fotos de mi estancia en Argentina. De todas formas podéis ver mis álbumes de flickr en la parte derecha del blog.

No pagan lo suficiente

La prensa y televisión de occidente suele mostrar escenas violentas, muertos y sangre. Sorprende ahora que después de un terremoto y un tsunami, los medios japoneses no hayan expuesto al público los cuerpos de las víctimas ni las imágenes de familiares llorando desconsolados.

¿Occidente es demasiado morbosa o Asia demasiado prudente?  Los reporteros japoneses que cubren la tragedia de Fukushima demuestran frialdad y sangre fía. Esto se traduce en una tranquilidad aparente mientras los acreditados internacionales han buscado formas de salir del país o ir a un lugar seguro. Las autoridades de EEUU y Europa recomiendan alejarse de la zona y periódicos como el The New York Times envían material para medir la radioactividad y medicamentos para reducir sus efectos.

La calma de los nipones es admirable. Sin embargo, en el contrato de los reporteros no había cláusulas que conllevasen poner en juego su vida. No es una corresponsalía de guerra, la tarea es mucho más compleja. Consiste en informar a la vez que se lucha frente a un mal difícil de contrarrestar: la radiación.  No se oye, no se ve, no se toca, no se siente.

La ONG Reporteros Sin Fronteras, ha difundido una guía  práctica para periodistas frente a una catástrofe. Según el manual, alrededor de 1200 informadores han perdido la vida en los últimos 12 años en situaciones de emergencia. Lo que no dice es que no hay salario que justifique tener este texto como libro de cabecera.

Belén Esteban no es periodista

Kiko Hernández (Sálvame) tampoco es periodista. Ni Alessandro Lequio (El programa de Ana Rosa). Según Manuel Núñez Encabo, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid el Estatuto Profesional del Periodista “define quién es periodista y en qué circunstancias puede dejar de serlo”.

La proposición de ley se ha basado en las legislaciones de varios países europeos como Reino Unido, Italia o Portugal. En los dos últimos, los periodistas incluso pueden ser sancionados si no cumplen los códigos deontológicos. En España se pretende que un Consejo Estatal de la Información tenga una comisión encargada de velar por esto.

Dicho consejo tendrá la labor de expedir un carné de periodista y establecer esos códigos. He aquí la farsa. Los miembros del consejo serán elegidos a través de Congreso y Senado lo que hace pensar en una influencia política. Que la foto de un licenciado en periodismo vaya o no en el cartón que le permite ejercer su oficio es una decisión que debería alejarse lo máximo posible de la política. Si no fuese así, se corre el peligro de perder la independencia, pues las personas que deciden quien tiene o no el carnet estarían elegidas por políticos y estos a su vez son controlados por los periodistas.

Si no se quiere que la única que tenga libertad para dar su opinión en España sea Belén Esteban, debe apostarse por una autorregulación en la que pueda hablarse sin tapujos de independencia.

Más info. en: http://www.guerraeterna.com/archives/2005/10/un_estatuto_par.html

Hipocresía al más puro estilo americano

Es costumbre ver como EEUU invade un país de un dictador al que antes vendió armas (véase Irak) o coloca entre sus terroristas más buscados al hombre con cuya familia se habían hecho grandes tratos comerciales (véase Bin Laden).

La Unión Europea siempre intentó dar la imagen de democrática mediadora externa en los conflictos. Sin embargo la realidad es que subyacen los mismos intereses.

Los países de la Unión Europea han tardado en pronunciarse ante las revueltas árabes. Tuvo Gadafi que bombardear a su propia población para que el Consejo de Ministros condenara la muerte de civiles. Sin esas muertes, Gadafi seguiría siendo el amigo que proporcionaba el petróleo.

Europa tiene, ha tenido y tendrá lazos con gobernantes autoritarios por razones económicas y políticas. No es creíble ahora que Nicolás Sarkozy destituya a su ministra de exterior por sus vacaciones en Túnez. O Que Berlusconi hable de la pérdida de control del líder libio después de no haber querido molestarle. 40.000 millones de euros anuales en negocios bilaterales entre Italia y Libia y los negocios de la élite francesa con Ben Ali causan un claro no del pueblo árabe a las intervenciones extranjeras.

España sigue esta línea. Zapatero ha viajado a Túnez para dar ejemplo de la transición a la democracia. El mismo ejemplo que no dio cuando guardó un cauto silenció ante las revueltas. El mismo que da ahora cerrando acuerdos con Catar a cambio de beneficios. Un país, que como Libia, no es democrático.

Berlusconi y Gadafi se dan la mano. Fotografía: adn.es